lunes, 28 febrero 2011
No toda la distancia es ausencia,
ni todo el silencio es olvido.
(Mario Sarmiento)
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Foto: Carlos Juan
Derecho al cabreo
... los tontos, los no tan tontos, los que se creen listos pero son tontos, los tontos que son listos y no lo saben, todo lo que se menea, mi puta calavera, la (también) puta nación, la madre que parió al gallo, la madre que (asimismo) parió al tren, la leche, mis muelas, la madre que parió a panete, la constitución, la mar, diez, el copón de la baraja, satanás... (siga usted, que yo ya no puedo más).
domingo, 27 febrero 2011
Siento que mi reino no es de este mundo.
viernes, 25 febrero 2011
No esperes de ellos nada que tu no les des.
No esperes que ellos te motiven.
Tu eres el líder.
Toma la iniciativa.
Tu vida
es tu mensaje.
Xesco Espar
jueves, 24 febrero 2011
Estadio José Zorrilla, sábado 28 de mayo. Algo se cuece en Valladolid. Pablo prefiere aguantar y esperar acontecimientos. A Jorge no se hace necesario preguntarle porque somos de los que nos la jugamos en el último minuto de la prórroga.
miércoles, 22 febrero 2011
El 23 de febrero lo pasamos con Tejero.
No olvidar para no permitirles que esto vuelva a ocurrir.
(conectar audio)
Eran cerca de las 6 de la tarde y tanto RNE como la
Cadena SER retransmitían el pleno del Congreso en el que se votaba la investidura de
Leopoldo Calvo Sotelo, de UCD, como nuevo Presidente del Gobierno tras la dimisión de
Adolfo Suárez.
A las 18:23 se llamaba a votar al diputado Manuel Núñez Encabo y en ese preciso momento irrumpió en el hemiciclo el Teniente Coronel de la Guardia Civil
Antonio Tejero Molina, con su pistola reglamentaria en la mano, y junto a otros 288 guardias civiles armados. La voz nerviosa y susurrante del locutor informó en directo de los hechos junto con las imágenes que se emitían en directo por
TVE. Tras un intenso tiroteo la radio quedó en silencio. Algunas emisoras optaron por emitir música y tras unos instantes de incertidumbre, la mayoría comenzaron a dar informaciones más o menos exactas.
Sólo en
Valencia, donde los tanques tomaron la ciudad, se radiaba el bando del Capitán General de la III Región Militar,
Jaime Milans del Bosch, y música militar. A las 3 de la madrugada del 24 de febrero los militares abandonaron las emisoras valencianas.
*
El Congreso ha hecho públicas las actas oficiales del 23-F redactadas por los cuatro parlamentarios que eran secretarios del Congreso el día del golpe de Estado (visto en victorjuan.net)
unes, 21 febrero 2011
Hay que ser muy chulo o pertenecer a la mafia siciliana, para calzar unos zapatos como estos.
viernes, 18 febrero 2011
Foto: Carlos Juan
Nueva estación de Gijón
Febrero, 2011
miércoles, 16 febrero 2011
Aragón es un país trilingüe. Es, lingüísticamente hablando y a pesar de la clase política aragonesa, un país con suerte. Pero también es un territorio por donde abundan los cabestros sin sentido común, como demostraron algunos de los que asistieron a la rueda de prensa que ofreció Raúl Agné, entrenador del Girona, tras la disputa del partido que enfrentó a su equipo con la S.D. Huesca en el Alcoraz.
Agné, que había respondido varias preguntas en castellano, se indignó después de que en su primera contestación en catalán a una pregunta en esta misma lengua, le recriminaran el idioma. A pesar de que tras ser cortado en su respuesta trató de calmar la situación con un "contesto una en catalán y después a ustedes en castellano. Ningún problema", la insistencia hizo que decidiera cortar la rueda de prensa al no poder expresarse en catalán. (Ver video Youtube)
La situación es más absurda sabiendo que Agné es natural de Mequinenza (Zaragoza) y que el catalán que se habla en la franja es su idioma materno.
Esto en Suiza, no ocurriría. Es impensable imaginar la representación de España en Eurovisión con una canción escrita en aragonés, euskera, galego, catalán, bable o cualquier otro de los idiomas que se hablan en este territorio, que se pretende que sea uno con la amenaza constitucional siempre presente de las fuerzas armadas.
Si la clase política y el ciudadano de a pie no reconocen estos idiomas como propios, deja claro que este concepto fascistoide de España tampoco nos representa a todos.
domingo, 13 febrero 2011
Foto: El Correo Digital
Se hace imprescindible jugar siempre con un mínimo margen de error. Que el destino y el futuro nos permita la rectificación para poder gestionar nuestras acciones y nuestras decisiones con el sentido común necesario para continuar haciendo camino.
Se que suena a un ruego, pero es que me cansé hace tiempo de vivir en la arista del abismo.
Al final, sólo pido dos palmos de terreno para poderme revolver.
Son, exactamente, los dos palmos que necesita José Tomás para mantenerse con vida en cada una de sus tardes suicidas.
jueves, 10 febrero 2010
Carlitos
Decía François Mauriac, que la muerte no nos roba los seres queridos. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente. Nadie muere del todo si somos capaces de no olvidarlo.
lunes, 7 febrero 2011
José Ignacio Presa
No entiendo muy bien el por qué me ha venido su nombre a mi mente mientras hacía rodillo a 170 ppm.
Le recuerdo sentado junto a mi pupitre, hace más de 30 años. Recuerdo su sonrisa, sus ausencias por culpa del tratamiento al que se sometía y que hacía que su piel fuese extremadamente pálida y su pelo escaso. No entendía como una leucemia podía comerle.
También recuerdo su mala hostia, que la tenía. Siento que la vida es como una cadeneta a la que tratas de engancharte y en la que yo siempre voy el último.
Creo que hoy mi única pretensión, como diría mi hermano Víctor, era tener un pretexto para escribir su nombre.
sábado, 5 febrero 2011
La Salle Torrero, 1974
Estos niños, mientras fueron niños, sufrieron los últimos diez años de la dictadura de Franco, una transición desmemoriada de punto final que muchos se empeñan en poner como modelo, la muerte del payaso Fofó, una intentona de golpe de Estado, un envenenamiento masivo con aceite de colza, el bochorno de no pasar de la segunda fase en un mundial jugado en casa y las canciones de Enrique y Ana... Pero nada de esto pudo con ellos.
La verdad es que no sé como hemos podido sobrevivir a nuestra infancia. Mirando atrás es difícil creer que saliésemos vivos de la España de antes. Nosotros viajábamos en coches sin cinturones de seguridad traseros, sin sillitas especiales y sin air-bag, hacíamos viajes de 10-12 horas con cinco personas en un 600 o en un Renault 4 y no sufríamos el síndrome de la clase turista. No tuvimos puertas con protecciones, armarios o frascos de medicinas con tapa a prueba de niños. Andábamos en bicicleta sin casco, ni protectores para rodillas ni codos. Además de todo esto, como me recordaba mi hermano Víctor, nosotros íbamos solos a la escuela (y a casi cualquier sitio), pasábamos por los balcones de un cuarto piso, bebíamos de los charcos, comíamos pan con vino, nos abrían el apetito con Kina Santa Catalina...
Los columpios eran de metal y con esquinas en pico y jugábamos a “lo que hace la madre hacen los hijos”, esto es, a ver quien era el más bestia. Pasábamos horas construyendo nuestros “vehículos” con rodamientos para bajar por las cuestas y sólo entonces descubríamos que nos habíamos olvidado de los frenos. Después de chocar con algún árbol, aprendimos a resolver el problema.
Jugábamos a “churro, media manga, mangaentera” y al pañuelo y nadie sufrió hernias ni dislocaciones vertebrales. Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día, y sólo volvíamos cuando se encendían las luces de la calle. Nadie podía localizarnos. Eso si, nos buscábamos maderas en los contenedores o donde fuera y hacíamos una cabaña para pasar allí el rato. No había móviles. Nos rompíamos los huesos y los dientes y no había ninguna ley para castigar a los culpables. Nos abríamos la cabeza jugando a guerra de piedras y no pasaba nada, eran cosas de niños y se curaban con mercromina (de la roja) y unos puntos y al día siguiente todos contentos. La mitad de los compañeros de clase tenía la barbilla rota o algún diente mellado, o alguna pedrada en la cabeza... Tuvimos peleas y nos partíamos la cara unos a otros y aprendimos a superarlo.
Íbamos a clase cargados de libros y cuadernos, todo metido en una mochila que, rara vez, tenía refuerzo para los hombros y, mucho menos, ruedas y espalda rígida. Comíamos dulces y bebíamos refrescos, pero no éramos obesos. Si acaso alguno era gordo y punto.
Estábamos siempre al aire libre, corriendo y jugando. Compartimos botellas de refrescos y nadie se contagió de nada. Sólo nos contagiábamos los piojos en el cole. Cosa que nuestras madres arreglaban lavándonos la cabeza con vinagre caliente. No tuvimos Playstations, Nintendo 64, vídeo juegos, 99 canales de televisión, sonido sorround, móviles, ordenadores e Internet, pero nos lo pasábamos de lo lindo tirándonos globos de agua y arrastrándonos por los suelos destrozando la ropa.
Nosotros sí tuvimos amigos. Quedábamos con ellos y salíamos. O ni siquiera quedábamos, salíamos a la calle y allí nos encontrábamos y jugábamos a las chapas, a la peonza, a las canicas, a la taba, al escondite..., en fin, tecnología punta... Íbamos en bici o andando hasta su casa y llamábamos a la puerta. ¡Imagínense!, sin pedir permiso a los padres, ¡nosotros solos, allá fuera, en el mundo cruel y lleno de peligros!, ¡Sin ningún responsable!, ¿Cómo lo conseguimos?
Hicimos juegos con palos, botellas, balones de fútbol improvisados, y comimos pipas y, aunque nos dijeron que pasaría, nunca nos crecieron en la tripa ni tuvieron que operarnos para sacarlas. Bebíamos agua directamente del grifo de las fuentes de los parques, de las acequias, agua sin embotellar, donde chupaban los perros!!! Íbamos a cazar lagartijas y pájaros con la escopeta de perdigones o con el tirachinas y sin adultos.
En los juegos de la escuela, no todos participaban en los equipos. Los que no lo hacían, tuvieron que aprender a lidiar con la decepción. Algunos estudiantes no eran tan inteligentes como otros y repitieron curso. Y ligábamos con las chicas persiguiéndolas para tocarles el culo y jugando a “beso, verdad o acción”, no en un chat diciendo :), :D, :P, TKM,….
Éramos responsables de nuestras acciones y asumíamos las consecuencias. No había nadie para resolver eso. La idea de un padre protegiéndonos, si transgredíamos alguna ley, era inadmisible; si acaso nos soltaban un guantazo, zapatillazo o bronca, los más afortunados, y te callabas. Tuvimos libertad, fracaso, éxito y responsabilidad, y aprendimos a crecer con todo ello.
viernes, 4 febrero 2011
La fábrica del futuro tendrá sólo dos empleados: un hombre y un perro.
El cometido del hombre será dar de comer al perro. El del perro será cuidar de que el hombre no toque el equipo.
miércoles, 2 febrero 2011
Vienen con alegría, señor...
Cantando vienen, con alegría...
En un acto de agudeza visual sin precedentes, creo que el maquinista de este tren es el que va andando por la vía.